De la tesis 11 sobre Feuerbach
Hay en el espíritu humano una necesidad de transformar el mundo, un rechazo a lo estático y un cierto hastío por lo permanente. Y, simultáneamente hay un miedo que deja el alma quiete en lo seguro, en lo ya conocido, en lo que puede preverse a base de lo precedente; hay una tranquilidad en la permanencia. Ninguna de las dos es directamente lo que anima en Marx esa famosa tesis once. Pero no es mi asunto ni interés los ánimos de Marx, ni los de nadie; tan solo los míos y lo que me es dado en mis circunstancias; y sin embargo, mis circunstancias son históricas y atravesadas por relaciones desde otros que me preceden y contemporáneos a su vez precedidos por tramas complejas de relaciones que dificultan concebirme como individuo puramente aislado allende el análisis hipotético mental. Parto entonces de esa imperante fuerza ilocutiva de la tesis once, no para analizarla, sino para observar lo que en mi pueda producir y animar. Confieso que cierto entusiasmo combinado con algo de sen...