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Mostrando entradas de septiembre, 2013

¿Qué es un nietzscheano?

¿Qué es un nietzscheano? Me he preguntado cada que veo esa expresión. ¿Qué pretende significarse cuando este sufijo se le agrega al nombre de Nietzsche? ¿Un escuela? ¿Un filiación? ¿Hay una doctrina? ¿dónde? Epicuro escribía a Meneceo; los estoicos hacían escuelas. Seguramente hubo cartesianos, kantianos, hegelianos, hasta marxistas. Pero este Nietzsche; ¿para quién escribe? ¿Para todos y para nadie? ¿Hay una escuela de todos y nadie?; ¿acaso el mismo Zarathustra no terminó repudiando a sus discípulos? ¿Qué es ser nietzscheano? ¿hacer genealogías? ¿asumir la  voluntad como voluntad de poder que afirma la vida, en lugar de la muerte como quizá hacía Schopenhauer? ¿Habría una escuela en la cual, como se hace en las escuelas, se postulara una verdad doctrinal que demandara ser vuelta un ídolo, como una estatua que podría terminar aplastando a sus fieles, y que, justamente, usara como su propio fundamento doctrinal los textos de Nietzsche? Seguramente, quie...

La justificación académica

La academia tiene que justificar lo que hace. Por qué estudiar a Platón, por qué recavar en los fragmentos de Anaxágoras; en el obscuro río de Heráclito; en la inmovilidad del Uno; en la hipostasis venturosa da la vacuidad absoluta; y en todo cuanto el pensamiento se ha aventurado. La academia moderna demanda su propia justificación. La academia se hace esclava de sí, no puede volar y decir, simplemente, esto es porque sí; porque es una aventura en sí misma y no busca otro fin. Pero hay caminos políticos que reclaman pertinencia a la investigación. Hay jueces sociales angustiados por el destino y reclaman a todo y todos salvar el mundo. Entonces se les complace, se les da una retórica que les calme la angustia y tape el vacío. Si estás en una región del mundo que no es Europa (sea lo que sea que llamemos Europa); y desde allí te aventuras por el camino de los pensamientos; se te atraviesan los amenazados representantes de lo autóctono. Cómo va ser que pretendas ocuparte en asuntos t...

Políticamente apolítico

He estado por escribir de algunos asuntos a los que vengo dando vuelta en mi cabeza, pero me he postergado porque entre más me sumerjo en distintas lecturas y observaciones, más hilo me resulta por tejer. Aun así, a veces viene bien un pare provisional, a ver lo que resulta. He tenido la tentación de bajar algunas de las entradas y someterlas a ajustes, la mente es como un río apasionado que revuelca su lecho sedimentado para mover, aguas abajo, otros sedimentos. En aguas turbulentas hay al menos dos opciones: dejarse hundir para emerger por la fuerza de empuje, si solo si se tiene un salvavidas que lo saque a flote; o nadar a tientas, sorteando las corrientes encontradas. En un caso se requiere un elemento externo o ajeno; en el otro, una cierta habilidad in-corporada. Cualquiera de los dos casos puede culminar en deceso o vida, según sea el salvavidas o la habilidad de nadar; pero quizá valga tantear, a riesgo de habilidad, una cierta alternancia. Para empezar, y esforzándom...

El pensamiento colectivo

La escritura es una forma de pensar que in-forma el pensamiento. Es una forma, por cuanto el pensamiento ha de tener múltiples modos de realizarse y la escritura es una de sus posibilidades. Pero digo también, que este modo del pensamiento da forma al pensar. Si pensamiento es el pensar algo, y si el pensamiento que se toma a sí mismo como objeto no puede pensarse si no es a condición de que sea pensamiento de algo; el pensamiento se forma en y por el acto mismo de pensar y su forma es la de lo pensado. Ahora bien, la escritura es pensamiento que forma el pensar, por cuanto permite al pensamiento volver sobre sí, pensarse y re-pensarse pensando. Escribir es pensar de algún modo. Si escribimos con el lenguaje, pensamos con el lenguaje; y el lenguaje no es algo que hayamos engendrado como individuos aislados, sino que más bien el lenguaje nos ha engendrado como sujetos y personas. Pero el lenguaje no sólo es la materia prima del pensamiento sino que las formas del lenguaje s...

Uso de una hermenéutica sincrética

Una de las discusiones a las que he dado lugar en otras entradas, se refiere al ejercicio hermenéutico y a la posibilidad de servirse del pensar de otros en la construcción del propio. Quiero plantear, muy esquemáticamente, una especie de niveles hermenéuticos:  En un primer estrato estaría un esfuerzo de hermenéutica rigurosa, que si bien no obvia la problematización de la univocidad, se propone lograr una interpretación más metódica, y en cierto sentido, sistemática, que trata de dar cuenta y ceñirse lo más posible al código que el texto produce. Este planteo tiene supuestos discutibles, como el de si todo texto produce un código interno, etc.; pero ahí dejo. En el otro extremo estaría una lectura “equivocista”; que resumo en la frase: “hacer decir a un autor cualquier cosa”, y que suele servirse indiscriminadamente de los autores como autoridades legitimantes del discurso; es decir, un uso ad verecundiam , que resulta de la incapacidad de generar sus propias c...