Mythos de la educación
Preludio de Prefacio
Enseñar a pensar libremente inicia por enseñar a preguntarnos ¿por qué pensamos como pensamos? Comprender implica hacer consciente las estructuras inconscientes, de naturaleza social e histórica, que condicionan nuestras disposiciones del pensar; es además, condición sine qua non de todo intento de pensamiento autónomo.
El pensar crítico no es otra cosa que el ejercicio de hacer consciente los velos del propio pensar y las condiciones socioculturales que lo hacen posible. El pensamiento crítico es la condición de todo intento de pensar verdaderamente libre y autónomo.
El desarrollo de habilidades superiores del pensar, incluyendo el pensamiento reflexivo, sistemático y metódico, en tanto facultades educables del intelecto, por sí solas no garantizan un pensar crítico y, por tanto, no conllevan a un pensar emancipado. Sin un “direccionamiento” adecuado, (hecho consecuente con la tercera tesis sobre Feuerbach), el pensamiento no se orienta por sí solo a las condiciones socioculturales de su producción. Es necesaria una agenda sociológica del pensamiento en la educabilidad del pensar crítico. Hay que inocular las preguntas y las dudas, dirigir la atención, hacer visibles los velos invisibles del pensamiento y sus disposiciones; de otro modo, las facultades superiores del intelecto siguen en la senda del pensar puramente instrumental.
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