Motivos políticos
Algunos conocidos, especialistas en materia de economía y política, han criticado mis últimas entradas. Les concedo a todos ellos que no soy especialista en toda la materia; sin embargo, por mi propia formación apelo no tanto a la experticia como a la argumentación basada en razonamientos que cualquiera podría seguir para adscribir o rechazar, sin tener que ser especialista, sino aplicando un poco de esfuerzo lógico para guiar el sentido común. Si las tesis que he sostenido resultaran erradas, vendría bien que me refutaran en los argumentos, apelando a la consistencia y a fallos en mis análisis o mis deducciones. No he querido referirme excesivamente a autores por creer que los argumentos deben defenderse por sí mismos hasta donde sea posible y para evitar que se piense que apelo a falacias de autoridad, aun cuando tengo claro que no todo argumento de autoridad constituye necesariamente una falacia (Eemeren y Grootendorst, 2006). Me habría gustado recibir de ellos una crítica más