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Consideraciones sobre el proceso de paz y su impunidad

Resulta que ese que hace 15 años era un niño, por quienes muchos se habrían indignado que hubiera sido violentamente reclutado por las putas Farc para una guerra... ese que era un niño entonces de 9 años, no pudo nunca más volver a la escuela, no terminó la primaria, apenas aprendió a escribir... hoy es un muchacho de 24 años que no sabe otro oficio que disparar y matar, no sabe otra cosa sino hacer la   guerra... ese que ya no es un niño, es hoy un guerrillero, que ha matado, ha asesinado... hoy sólo nos importa que es un hijueputa guerrillero más de los terroristas de las Farc, al que el Gobierno piensa no sólo dejar injustamente impune (no castigarlo como nuestro justo corazón ordena) sino además, descaradamente, darle un auxilio económico de 2 millones de pesos, más una renta básica de poco más de $620mil pesos (SMMLV x 0,9) durante 24 meses, y ayudarle para que vuelva a estudiar, aprenda un oficio que le dé sustento económico, patrocinarlo para que emprenda un...

Modernidad, Yo y mis circunstancias

Qué difícil me ha sido volver; atrapado en el mundo, pensando y sin pensar. Cada vez me convenzo más de que el producto de la modernidad es el individuo, la fractura de la comunidad. Quizá tardé mucho en comprenderlo o quizá no he comprendido bien el asunto, tan solo plantearé lo que he venido entendiendo. En las comunidades indígenas no existen los individuos, o por lo menos no habían existido hasta que en ellas irrumpe la modernidad (que también antes he llamado efecto de modernidad). Esto es difícil para nuestra manera de pensar porque me plantea un interrogante en el modo como concebimos la libertad. Libertad individual. Quizá esté falseando las cosas, pero un miembro de la tribu se concibe a sí mismo como miembro y no como individuo; se concibe como parte de la comunidad, lo que es él es en tanto miembro de esa comunidad. La modernidad actúa diferente, "yo soy yo y mis circunstancias" como dijera Ortega y Gasset. Don José me parece muy moderno, agrega  al ego cogitan...

Entre phylosophía y meditación

"Unconditional love denies nothing: it embraces everything, seeing through fear and making new choices, but with love, not judgment"  (Isha Judd) Del amor externo y el amor interno El amor hacia otros, ese deseo movido por la atracción, es como una ola que va y viene; es emocionante, anima, pasa y se va. El Amor interior es una fuerza que crece y crece desde lo profundo de nuestro ser, en unión con nuestra propia esencia, nuestra propia potencia, se va estabilizando mientras observa las experiencias externas, las vicisitudes, entre penas y alegrías del afuera; el amor interno permanece anclado en una profundidad de paz y silencio constante mientras contempla con dicha cada presente que el universo le trae. Disfruta la lluvia, la brisa, el cálido viento y la fría mañana; una nueva vida que nace y otra que fenece, la pena y el gozo, lo mucho y lo poco. Cada cosa que pasa es un acontecer del ser; algo llega y algo se va. El oscuro filósofo, anuncia: Panta rei , "todo ...

Leer, pensar; memoria y olvido

"De las generaciones de los textos que hay en la tierra  sólo habré leído unos pocos,  los que sigo leyendo en la memoria,  leyendo y transformando."  (J.L. Borges, Elogio De La Sombra, 1969) Por mi parte que apenas si algo he leído; unas frases sirven como inspiración. Quizá leemos para poder pensar. A cambio de esa otra lectura que me ha sido velada, esa del acumular; leer para atesorar "saberes", que se simplifican en bancos de información; ese leer con pretensiones, que hace gala de erudición, es para mi como una vida sin Vida, enteramente artificial. Se ha de leer para vivir; la lectura no puede ser, para mi, otra cosa sino vida. Los caminos están para ser andados, no se atesora un camino, no se le carga a hombros. Siempre se olvidan las letras cuando aparecen nuevos caminos; el pensar en el andar; los caminos del pensar. Ese otro misterio que llaman pensar ; reducido a un cálculo, por unos, o llevado al extremo insondable del y nada más . ...

El texto, el cuerpo y la vida

A modo de advertencia: Si Ud. está aquí es que alguna curiosidad lo ha movido; pero lamento informarle que nada hay en La ermita esteparia que pueda saciar curiosidad alguna; por cuanto le será de más provecho si da vuelta a su buscador y navega en otro blog. Quizá le venga bien salir. Le recomendaría ir a una biblioteca y buscarse un buen libro; quizá se encuentre algo de Chejov, de Boudelaire, Borges, Camus o hasta de Kafka o Cortázar, o algún otro que pueda satisfacerle en mejor modo.  Ciertamente creo que son pocas las probabilidades de que coincida Ud. en los asuntos que a mi interesan y, menos aún, en el modo de haberme en ellos interesado.  Ahora bien, aún así se queda a leer aquí, sea pues bajo su responsabilidad todo displacer que le causen las faltas a toda moralidad de la escritura, a la política, el decoro y buen juicio, dispense el  poco rigor y la falta de disciplina, las inconcordancias de número y género, de sexo y de estilo. Del texto al cuerpo como...

¿Qué es un nietzscheano?

¿Qué es un nietzscheano? Me he preguntado cada que veo esa expresión. ¿Qué pretende significarse cuando este sufijo se le agrega al nombre de Nietzsche? ¿Un escuela? ¿Un filiación? ¿Hay una doctrina? ¿dónde? Epicuro escribía a Meneceo; los estoicos hacían escuelas. Seguramente hubo cartesianos, kantianos, hegelianos, hasta marxistas. Pero este Nietzsche; ¿para quién escribe? ¿Para todos y para nadie? ¿Hay una escuela de todos y nadie?; ¿acaso el mismo Zarathustra no terminó repudiando a sus discípulos? ¿Qué es ser nietzscheano? ¿hacer genealogías? ¿asumir la  voluntad como voluntad de poder que afirma la vida, en lugar de la muerte como quizá hacía Schopenhauer? ¿Habría una escuela en la cual, como se hace en las escuelas, se postulara una verdad doctrinal que demandara ser vuelta un ídolo, como una estatua que podría terminar aplastando a sus fieles, y que, justamente, usara como su propio fundamento doctrinal los textos de Nietzsche? Seguramente, quie...

La justificación académica

La academia tiene que justificar lo que hace. Por qué estudiar a Platón, por qué recavar en los fragmentos de Anaxágoras; en el obscuro río de Heráclito; en la inmovilidad del Uno; en la hipostasis venturosa da la vacuidad absoluta; y en todo cuanto el pensamiento se ha aventurado. La academia moderna demanda su propia justificación. La academia se hace esclava de sí, no puede volar y decir, simplemente, esto es porque sí; porque es una aventura en sí misma y no busca otro fin. Pero hay caminos políticos que reclaman pertinencia a la investigación. Hay jueces sociales angustiados por el destino y reclaman a todo y todos salvar el mundo. Entonces se les complace, se les da una retórica que les calme la angustia y tape el vacío. Si estás en una región del mundo que no es Europa (sea lo que sea que llamemos Europa); y desde allí te aventuras por el camino de los pensamientos; se te atraviesan los amenazados representantes de lo autóctono. Cómo va ser que pretendas ocuparte en asuntos t...